Fue nombrada Cenaspis aenigma por un equipo de la Universidad de Texas en Arlington, el nombre escogido hace referencia a las inusuales circunstancias del descubrimiento y a lo poco que se sabe al día de hoy sobre esta serpiente. Esto porque no se ha podido encontrar ningún otro ejemplar vivo durante todos estos años y las características de su dentadura y cráneo no coinciden con las de alguna otra especie conocida.

“Esta pequeña serpiente enigmática posee un conjunto único de caracteres que desafía su ubicación en cualquier género conocido y lo distingue claramente de todos los géneros conocidos.”Los científicos piensan que la Cenaspis Aenigma no está extinta todavía y que es probable que algún día vuelva a aparecer en la selva de Chiapas junto con otras especies neotropicales que no han sido descubiertas aún y que se encuentran relativamente aisladas evolutivamente.