A pesar de que las miradas buscando vida extraterrestre cerca de nuestro planeta se han concentrado en Marte, un nuevo estudio sugiere que es muy probable que en la atmósfera de Venus logremos encontrar algo también.
Publicada en un artículo de la revista Astrobiology está la sugerencia de que, en algún punto, Venus tuvo todas las condiciones necesarias para hacer la vida posible, ya que contenía abundante agua y una temperatura ideal. Tuvo estas condiciones por más de 2 mil millones de años y después, un cataclismo arrasó con todo y la convirtió en el planeta que hoy conocemos con 450 grados Celsius y una presión 92 veces mayor a la de la Tierra.
Aunque la idea no es nueva, Carl Sagan y David Grinspoon ya habían teorizado sobre la posibilidad de que Venus hubiera albergado vida, la nueva hipótesis sostiene que en las capas superiores de la atmósfera, a una altura entre los 48 y los 52 kilómetros, la temperatura de 60 grados Celsius y la presión de entre 0.4 y 2 atmósferas, son suficientes para que en ella pueda haber vida bacteriana, llegando allí igual que en la Tierra, a través del ciclo del agua.
“A medida que las condiciones en la superficie de Venus se calentaban y se volvían cada vez más inhóspitas, la vida podría haber migrado a las nubes a medida que el agua superficial se evaporaba, con múltiples mecanismos posibles que transportan microorganismos de la superficie a las nubes. En última instancia, estos microorganismos podrían haberse adaptado a los entornos nubosos debido a presiones selectivas (en el sentido biológico) derivadas del transporte de superficie, la aerosolización, la disponibilidad limitada de agua y los entornos de pH bajo.”
Las nubes de Venus están compuestas de dióxido de carbono, vapor de agua y ácido sulfúrico. En nuestro planeta, las bacterias han sido perfectamente capaces de sobrevivir a ambientes extremadamente hostiles, alimentándose de dióxido de carbono y generando ácido sulfúrico. Además, en cuanto a nuestro planeta, “el transporte de microorganismos desde la superficie a la atmósfera es razonablemente bien aceptado, como lo es el transporte atmosférico de elementos biológicamente relevantes y metabolitos de bajo peso molecular”.
Por supuesto que todo esto queda sólo como una teoría hasta que pueda ser comprobada, pero por fortuna la agencia espacial rusa Roscosmos planea enviar a este planeta la sonda Venera-D, a finales de la década 2020, y puede ser que en ella vaya VAMP (Venus Atmospheric Maneuverable Platform), un dron/dirigible diseñado para la NASA por Northtrop Grumman que podría ser capaz de sobrevolar la atmósfera y descubrir si hay vida bacteriana en ella.