A pesar de que se han intentado tomar varias medidas para contrarrestar esta drástica disminución, ninguna ha funcionado de la manera necesaria para evitarlo. Y ya The Washington Post había publicado un pronóstico muy parecido donde los especialistas calculaban una población de solo 22 ejemplares.
Según el estudio, la única estrategia viable y que tendrá un efecto positivo en la población de la vaquita marina es la prohibición tajante de la pesca de Totoaba, ya que las vaquitas marinas terminan en las redes de los pescadores. La pesca de Totoaba ya está clasificada como de alto riesgo para la vaquita marina.

Para el cálculo de la población, en el estudio se utilizaron sensores colocados en el agua que detectan las señales acústicas de las vaquitas. Este recuento se hace anualmente, cada verano, desde 2011 y se combina con los avistamientos registrados.