El primer culpable de este cambio de horario que tenemos año tras año es Benjamin Franklin, luego de que se diera cuenta que se despertaba varias veces a las seis de la mañana y el sol ya estaba iluminándolo todo. Así que consideró que se podía ahorrar una cantidad considerable del aceite usado en lámparas si las personas se levantaban más temprano para aprovechar la luz del sol.
Al principio no fue considerado como una idea del todo buena, pero con el paso del tiempo, la sociedad comenzó a implementar las propuestas de Franklin, hasta llegar a la conclusión de que lo mejor era cambiar la hora durante el verano, época en la que los días son más largos por la inclinación de la Tierra.
Sin embargo, no fue sino hasta la Primera Guerra Mundial cuando el cambio de horario alcanzó proporciones considerables. Alemania fue el primer país en aprobar el cambio de hora con la finalidad de ahorrar carbón para utilizarlo en la guerra. Luego, los países aliados y enemigos empezaron a utilizar la misma medida.
Cuando terminó la guerra en 1918, Estados Unidos concluyó el programa del horario de verano, para renovarlo nuevamente en la Segunda Guerra Mundial, en todos sus estados, para economizar recursos para la batalla una vez más.
Así que el horario de verano se utilizaba más como una herramienta de conveniencia. Fue hasta el 2005 que Estados Unidos promulgó una ley energética que obligaba a extender el horario de verano a partir del 2007. Actualmente son más de 75 países los que utilizan esta medida.
El horario de verano en México
La primera vez que se aplicó el horario de verano en varios estados de México fue en 1988. Ese año, Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas aplicaron el cambio de horario como prueba y lo derogaron un año después. Sin embargo, Baja California ya lo aplicaba continuamente desde 1976 y Yucatán desde 1981.
En el mandato de Ernesto Zedillo en 1996, el horario de verano fue finalmente extendido a todo el país. Y desde entonces ha tenido algunos cambios. En 2001 se intentó un horario experimental de cinco meses, pero en 2002 se regresó al horario de verano acostumbrado de siete meses, que sería desde el primer domingo de abril hasta el último de octubre.
¿Funciona el cambio de horario?
Existen estudios recientes que hablan de una pérdida en lugar de un ahorro de energía. Ya que si es cierto que hay un ahrorro durante la noche, esa energía se gasta durante la mañana que todavía está oscuro. Sin embargo, todo apunta a que el ahorro puede ser más o menos significativo dependiendo de la zona en la que se haga el cambio de horario.
Concretamente en México, las cifras del FIDE (Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica) mostraron que al aplicar el horario de verano en 2017 se alcanzó un ahorro estimado de 899-754 GigaWatts/hora, lo que representaría aproximadamente la energía para 563 mil casas durante un año, suponiendo un consumo promedio. Además que se evitó la emisión de 408 mil toneladas de dióxido de carbono.
A pesar de que existe una lista de ventajas y desventajas que enumeran en la cámara de diputados, donde podemos ver en las desventajas afectaciones a la salud incluso, el cambio de horario sigue siendo y seguirá siendo, de momento, algo que tendremos que hacer cada año. Así que no olviden cambiar la hora de sus relojes que no se actualicen automáticamente.