Un tranquilo día de camino a la oficina, la escuela o el centro comercial en el auto. De repente, nuestro alrededor se oscurece y se vuelve turbio. El camión de enfrente aceleró y dejó escapar del escape una asfixiante nube de humo negro que resulta inevitable.
Un verdadero problema de contaminación tanto en el aire como a nivel del suelo, que muchos no aceptan, en un San Luis Potosí cada día más poblado, con más vehiculos, más industria, y las mismas ladrilleras que todos conocemso bien como una gran fuente de contaminación del aire. Un problema que sin duda necesita atención de parte de todos.
Una muestra: las fotografías nos las enviaron por medio de Facebook.
Nos ha pasado a todos y nos ha pasado más de una vez. Y no sólo culparemos a los camiones de carga y transportes urbanos, hemos visto a taxis y autos particulares cometer la misma atrocidad. Incluso puede que nuestro propio auto o motocicleta fuera el culpable alguna vez.
La cosa no es acostumbrarse y pensar que es una cotidianeidad más de la ciudad. La contaminación por automotores es una de las que más afecta las grandes ciudades y va más allá de una irritación de ojos o vías respiratorias. Diversos estudios han demostrado que puede provocar el endurecimiento de las arterias, elevar los riesgos de infartos y cánceres, así como la afectación a fetos en mujeres embarazadas. Imaginen que están fumando cigarros de petróleo cada vez que inhalan esa sustancia terrosa y oscura.
Las compañías automotoras han hecho todo lo posible por reducir este tipo de contaminación al mínimo, pero esos motores modernos y amigables con el medio ambiente no son ninguna garantía. No todos tenemos el capital para estar renovando nuestro auto cada cinco años. El resultado es una gran variedad de vehículos que probablemente, por reglamentaciones ambientales, ya no deberían estar circulando desde hace mucho tiempo.
Los gobiernos también se han preocupado hasta donde han podido. Las verificaciones son una prueba de ello. Sin embargo, no es suficiente. Hace falta mayor control. Quizás un equipo enfocado en estar patrullando las calles en busca de éstas chimeneas ambulantes. Leyes y acuerdos que permitan a los ciudadanos tener la posibilidad de renovar, si no el automóvil completo, las partes necesarias para que el humo ya no sea un producto de todos los días.
Sí, los responsables de la contaminación no son sólo los automóviles, pero nadie puede negar que es parte del problema y que en algún momento deberá solucionarse. De lo contrario, seguiremos hacia el terrible e inevitable futuro que muchos se niegan a ver y del que se ha hablado tanto por varios años ya. No creo que quieran amanecer un día como en Beijing.
Imagen de portada enviada por Tte Sierra Néctar ¡hace un año!, una vista desde el Centro de Convenciones.