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El Laboratorio de paleontología del área de ciencias de la Tierra de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí concluyó ya el armado del esqueleto del pez asthenocormus de la época conocida como el jurásico tardío o superior, considerado el eslabón entre la evolución entre los peces óseos y cartilaginosos a los peces osificados.
El Mtro. Guillermo Alvarado Valdés coordinador del laboratorio destacó que se trata de un esqueleto que fue localizado en el municipio de Charcas, que data de alrededor de 140 millones de años y mide alrededor de 3 metros.
Destacó que actualmente se trabaja en la realización de una réplica para poder exhibirla y evitar que las piezas originales sufran algún desperfecto.
El descubrimiento del fósil del pez, confirma según el investigador los grandes tesoros con los que cuenta el Estado y su importancia como territorio paleontológico, pues se trata del segundo fósil a nivel mundial que se ha descubierto para esta época.
Se trata de un pez filtrador gigante, del cual sólo se ha localizado uno en Inglaterra, el cual es considerado un primo hermano de esta especie.
La calidad del fósil localizado en Charcas, permitió a los investigadores encontrar más caracteres que ayudaron a focalizar las diferencias entre la especie mexicana y el encontrado en Inglaterra.
El geólogo Guillermo Alvarado destacó que el asthenocormus, es un eslabón en la evolución de los peces normales y pequeños que poseen esqueleto y los tiburones, que solo poseen esqueleto en sus mandíbulas y dientes.
Finalmente el especialista reiteró que hay mucha fauna en San Luis Potosí de hace 140 millones de años; pues se ha considerado que mucho del territorio de la zona media potosina y parte del centro del estado fue un mar en el pasado, por lo que hay mucho más por descubrir.
El catedrático instó a que los geólogos y arqueólogos, realicen más investigación para cuidar las zonas ricas en fósiles, para que la gente no las destruya, y que los ciudadanos oriundos de las zonas, se conviertan en guardianes de las colecciones paleontológicas, para que posean fósiles siempre y cuando no los vendan y con ello eviten el tráfico de este bien, que en teoría y apegados a la ley, le pertenece a la nación.