La NASA probará un nuevo sistema de propulsión eléctrica con la Misión Artemis. Además de tener como objetivo llevar al siguiente hombre y a la primera mujer a la Luna, la Misión Artemis también necesitaba desarrollar el sistema de alunizaje del lander, terminar la fabricación del cohete SLS y la cápsula Orion y tener nuevas tecnologías de exploración.
La propulsión eléctrica se utilizará para acelerar el propulsor. Según explica la ESA, el objetivo es que este tipo de energía mejore el desempeño de los motores con respecto a los convencionales. Al usar propulsión eléctrica se reduce la cantidad de masa para acelerar la nave, además de que en teoría es mucho más eficiente. Aunque debe tomarse en cuenta que se puede ver limitada por la cantidad de potencia eléctrica disponible.
En el caso del nuevo sistema anunciado por la NASA y Aerojet Rocketdyne se ha usado xenón. Los motores que se utilizarán son los Advanced Electric Propulsion System (AEPS).
La prueba del AEPS ha sido todo un éxito operando a 12.5 kilovatios durante los exámenes que se realizaron en el Jet Propulsion Laboratory (Pasadena, California). El motor demostró que puede trabajar de manera estable a niveles de potencia entre los 4.2 y los 12.5 kilovatios, los cuales son los necesarios para la operación en el Power and Propulsion Element, sistema que se utilizará para el viaje a la Luna, según Eileen Drake, presidenta y CEO de Aerojet Rocketdyne.
La aeronave es capaz de producir hasta 60 kilovatios con su sistema de propulsión eléctrica solar de alto rendimiento y se piensa utilizar dos AEPS en ella. Cada unidad contará con un controlador de flujo de xenón, así como una unidad de procesamiento que será la que controle la energía eléctrica que llegue al motor.
La fecha programada para que la NASA lance la unidad de potencia y propulsión del Artemis está pensada para el 2022, si todo sale bien, la llegada a la Luna de los astronautas está planeada para el 2024.