Las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a la cuenta pública 2015 del Ayuntamiento de San Luis Potosí, forman parte de la serie de irregularidades en las que incurrió la pasada administración municipal en los nueves meses que le correspondieron de ese ejercicio, aclaró el Director de Desarrollo Social, Juan Manuel Navarro Muñiz.
Desde el proceso de entrega-recepción, la actual gestión capitalina tuvo conocimiento de esas anomalías, enfatizó Navarro Muñiz, y por instrucciones del Alcalde Ricardo Gallardo Juárez se dio parte de esa situación a funcionarios federales para que tuvieran toda la información disponible.
Agregó que “la actual administración en todo momento ha actuado con estricto apego a la legalidad y a la transparencia en el uso de los recursos públicos” y fue enfático al precisar que aún no se ha recibido la notificación oficial de la ASF sobre las observaciones que deberán ser solventadas por los exfuncionarios de las áreas correspondientes.
Navarro Muñiz explicó que tras el cambio de gobierno se practicaron auditorías cuyos resultados permitieron detectar desvíos de recursos por la anterior administración, hubo traspasos en cuentas que corresponden a los primeros 9 meses del año 2015.
“Es indispensable precisar que cuando la actual gestión toma las riendas del Municipio, en octubre de ese año, prácticamente los recursos ya estaban erogados, vinculados o incluso a pagos y sobre todo los movimientos y transacciones entre cuentas también ya se habían realizado. Por ello, el informe de resultados de la ASF es muy claro: esos faltantes y movimientos se realizaron durante esos nueve meses y se acrecentaron en las últimas semanas del trienio anterior”.
Igualmente, hay dos temas muy delicados relacionados con el ejercicio de recursos del Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM) y del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (FORTAMUN), en los que la ASF detectó que no se destinaron en lo que marca la ley, sino que la pasada administración capitalina los desvió a gasto corriente u otras eventualidades por las que pasó el Ayuntamiento.
En el caso específico del FISM, destacan los 47 millones de pesos que fueron desviados a otras cuentas y gastos, vale la pena precisar que los recursos solamente pueden utilizarse en determinados polígonos de marginación y pobreza, sin embargo, la anterior gestión no respetó esta disposición de la ley, ni tampoco que debía aplicar en obras específicas como drenaje, agua potable, electrificaciones, etcétera, “sin embargo, en nuestro caso estamos tranquilos porque en su momento, en el proceso de entrega-recepción se hicieron los señalamientos”.