Cascada de Tamul y Puente de Dios vistas desde el cielo de la Huasteca Potosina

La Cascada de Tamul

La Cascada de Tamul es una espectacular cascada con una caída de 105 metros de altura y una de 300 metros en su época de mayor auge, se encuentra dentro del poblado de Tamul (lugar donde hay cántaros), en el municipio de Aquismón.

Nace del caudal del río Gallinas, que acaba desaguando cayendo sobre el cauce del río Santa María. El río que la alimenta cambia de nombre a río Tampaón.

Es la joya máxima de la huasteca potosina. La cascada de Tamul, cuenta con varios accesos, el tradicional por Tanchachín. Se llega viajando de Rioverde con dirección a Cd. Valles por la carretera #70, aproximadamente 1 ½ hora para llegar a la desviación de Santa Anita, ahí giras a la derecha para tomar un camino que lleva al poblado de “Tanchanchin” ahí hay que tomar una lancha con la gente local del pueblo para hacer una travesía río arriba de 8 km., pasando a la cueva del agua, lugar ideal para nadar. Después se llega a la cascada de Tamul.

Por la ruta Tamasopo, hay que adentrarse por El Carpintero, en el kilómetro 35 de la carretera Ciudad Valles – Río Verde, dspués de 20 kilómetros se llega a la parte superior de la descomunal caída de agua. Para esta ruta se recomienda utilizar vehículos apropiados al terreno boscoso.

Al llegar a Tamul puedes subir al mirador, lugar que proporcionará la oportunidad de contemplar en toda su magnitud la maravilla natural de la Cascada.

Es posible hacer rappel, entre otras actividades. Así como nadar en una impresionante cueva de agua cristalina con más de 45 m de profundidad y una tranquilidad y belleza absorbentes.

Tamul colinda al norte con Ciudad Valles, al este Tancanhuitz de Santos y Huehuetlán, al sur con Xilitla, al oeste Tamasopo y el estado de Querétaro. Su distancia aproximada a la capital del estado es de 318 km.

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Puente de Dios

El Puente de Dios se ubica en el municipio de Tamasopo (lugar donde gotea el agua). Es un balneario natural de la Huasteca Potosina que enmarca una cascada de 25 metros y cuenta con instalaciones para día de campo, excursionar o disfrutar del paisaje.

Esta zona de la huasteca (entre otras) se volvió un lugar de culto gracias a la presencia de comunidades indígenas (Tének, Nahuas y Pames).

Se encuentra a 4 km de Tamasopo, rumbo a la estación de ferrocarril El Cafetal, se llega desde la comunidad de Las Guapas (a pie o a caballo) y sólo debes seguir las vías del ferrocarril, a través de 8 túneles y tramos que llegan a la parte baja del cañón, donde se puede practicar la caminata, la observación de flora y fauna,  la cabalgata y la fotografía.

Si se sigue en dirección a la comunidad de Canoas, existen restos de edificaciones y zona de maniobras que a principios del siglo XX estuvieron al servicio del tren y ahora son patrimonio histórico de la región. Cerca de ahí están Las Pozas, una de agua azul y otra cristalina, donde es posible nadar y explorar más la zona. Además se encuentra una caverna formada por la roca natural, dentro del río Tamasopo. siguiendo el cañón que ahí se forma y conduce hasta Puente de Dios, hay abundante vegetación y también cascadas. Puedes hacer snorkeling o buceo, con las debidas precauciones.

Para llegar desde San Luis Potosí o Ciudad Valles, se toma un autobús (de la línea Vencedor/ Autonaves) que haga parada en el crucero de Tamasopo, ahí existe un servicio de taxis colectivos que lleva a la cabecera municipal.

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Cascada de Tamul y Puente de Dios vistos desde el cielo

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La zona de los Pame

En esta región habita el pueblo indígena Pame (Xi’Oi o Xi’Iuy), unos 9 mil pobladores de las zonas serranas de los municipios de Tamasopo, Rayón, Alaquines, Ciudad del Maíz, y Santa Catarina, grupos que fueron nómadas y cuya historia, al igual que otros pueblos indígenas del país, es compleja y trágica desde la llegada de los españoles, su población fue diezmada y relegada a la sierra, perdiendo parte de su territorio e identidad cultural. Actualmente, aunque algunos grupos viven de manera aislada, muchos se han adaptado a las condiciones sociales, culturales, políticas y económicas presentes, conviven con otros grupos (Tenek, Nahuas y Otomíes), mestizos y criollos, y conservan su lengua, además de usos y costumbres.