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Federico Silva, uno de los artistas más destacados de México

El Museo Federico Silva es uno de los más importantes de San Luis Potosí y de México, pero ¿quién es Federico Silva? A continuación te mostramos un resumen de su vida y obra.

Nació el 16 de Septiembre de 1923 en la Ciudad de México. Realizo estudios de medicina, veterinaria, derecho y antropología; en cuanto a las artes, aprendió las técnicas de encáustica, frescos y temple en los libros, es decir que es un artista autodidacta. Desde niño le interesó el dibujo. Conoció a David Alfaro Siqueiros y el artista lo invitó a ser su ayudante; uno de los primeros trabajos en que colaboró con Siqueiros, fue el mural Nueva Democracia, que se encuentra en el Palacio de Bellas Artes. Su relación con el lo llevó hacia otros artistas tales con Diego Rivera, Leopoldo Méndez, Pablo O`Higgins y el escritor José Revueltas, todos ellos influyeron considerablemente en su formación artística. Por esa época, presentó su primera exposición de pintura.

Viajó a Europa poco después de iniciada la posguerra y estuvo principalmente en Austria e Italia; de regreso a México, se dedicó a la organización del Primer Salón de Pintura y participó con el cuadro Argumentum Baculinum, con el cual obtuvo una mención honorífica del Instituto Nacional de Bellas Artes.

  • 1950 – Empieza a pintar murales, primero en el edificio del Instituto de Capacitación de la Secretaria de Educación Pública y después en el Instituto Politécnico Nacional, el mural titulado la Técnica al Servicio del País.
  • 1962 – Presenta una exposición en la Universidad Obrera, en la que reúne la obra de ocho años de trabajo de carácter crítico-político.

Después de esto, pasa a la escultura y el arte cinético, campos en los que experimenta y realiza objetos “solares” con prismas, lentes de fresnel, espejos, imanes, rayos láser y diferentes cuerpos suspendidos en el espacio. Ha sido investigador de la Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); participó en la primera y segunda etapa del Espacio Escultórico.

Su obra escultórica más importante se encuentra en Ciudad Universitaria, Universidad Nacional Autónoma de México, Sección Escultura. En 1993, es nombrado Creador Emérito del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

En 1950 Silva ejecutó su primer mural con formas apegadas al realismo naturalista, estilo que abandonaría. En 1981 al realizar los murales de la facultad de ingeniería de la UNAM, recurrió a una expresión geométrica-abstracta que utilizaría de nueva cuenta en los murales de la capilla de la exhacienda de San Andrés Tectipan en el Estado de México. Estas obras vinieron a constituir, con el paso del tiempo, algo así como el antecedente de los murales de la cueva de Huites, se trata de un largo túnel perforado en una de las montañas de la Sierra Madre Occidental, como parte de los trabajos de construcción de la presa hidroeléctrica del Río Fuerte, cercana al pequeño poblado de Choix, situado al norte del estado de Sinaloa. Silva inicia en 1992 el proyecto de las pinturas rupestres de Huites, terminándolo en 1996, tras cuatro años de trabajo quedaron pintados más de seis mil metros cuadrados, en la superficie rugosa de la roca.

Con los murales del anfiteatro Bolívar realizados por Diego Rivera se inició, en 1922, el gran ciclo de la pintura del México del siglo XX. En la última década de esta centuria, los murales vuelven a aparecer para cerrar el ciclo con la magna obra que realizó Federico Silva en la cueva de Huites.

En 1995, recibe el Premio Nacional de Ciencias y Artes, que es la distinción más importante que el Gobierno de México otorga a sus artistas. Su trabajo lo realiza en madera, aluminio, acero, cemento, fierro y piedra. Su obras escultórica se encuentra en varios paises de Europa y Oriente.

Su trabajo como investigador de la Coordinación de Humanidades de la UNAM a lo largo de más de veinte años, lo ha llevado a profundizar ideológicamente sobre el sentido del arte y el artista en la sociedad. Producto de estas reflexiones ha publicado, entre otros, los siguientes libros:

  • Federico Silva, 1997.
  • La Escultura y otros menesteres, 1985.
  • El viaje del Nahual de Tonacacíhuatl, 1989.
  • México por Tacuba, Relatos autobiográficos, 2000.
  • Cuadernos de Amaxac, 2006.
  • Papel, tijeras y escultura, 2009.
  • Dos x Tres: Crónica, 2010.

A partir de 1985 estableció su taller en Amaxac de Guerrero, Tlaxcala, transformando la ex fábrica de hilo la Estrella en una verdadera factoría de obras de arte, utilizando los más variados materiales de la región proporcionando una renovada presencia de la escultura en el arte mexicano.

En 2010, las Universidades de San Luis Potosí y la Nacional de México le otorgaron el Doctorado Honoris Causa. En noviembre de 2016 recibió la Medalla de Bellas Artes.